La ley del divorcio se aprobó en 1981 y España tiene un ratio muy superior de rupturas sobre la media europea. Hay muchas parejas que llegan a esta situación, y hay investigadores que realizan estudios para definir los factores que pueden determinar las separaciones.
Entre los estudiosos del tema se encuentra John Gottman, profesor emérito de psicología de la Universidad de Washington. Destacan sus trabajos sobre análisis de las relaciones, prevención de comportamientos, conciliación después de un enfado,… Según él hay cuatro características que pueden predecir separaciones: Ponerse a la defensiva. Indiferencia. Crítica destructiva y Desprecio.
Hay alguien que siempre permanecerá a tu lado y nunca te va a abandonar. Ese eres tú, pero en ocasiones parece que «dormimos con nuestro enemigo». ¿Podríamos aplicar estos parámetros a nuestra propia vida?
- Empecemos por el primero. Ponerse a la defensiva ya que “el otro” nos quiere atacar. En ésta no asumimos el papel de protagonista. Nos damos explicaciones tranquilizadoras a nosotros mismos. Le echamos “la culpa al empedrao”. Por ello el aprendizaje es mínimo y tampoco se adoptan medidas para la búsqueda de opciones y puesta en práctica de soluciones. En esta situación también nos haremos reproches y nos juzgaremos duramente
- La segunda es la indiferencia. Ya dicen aquello de “no hay mejor desprecio que no hacer aprecio”. Muchos silencios a nuestro diálogo interior. Nuestra expresión corporal nos delata. Al desconectar de los argumentos que nos ofrecen no se produce la escucha, por lo que tampoco hay aprendizaje
- El siguiente es la crítica destructiva. Lo hacemos contra la persona no contra sus actos. No existe ningún tipo de respeto y lanzamos múltiples reproches. Esto lo sabemos hacer muy bien cuando queremos “auto-machacarnos”. Si jugaras al programa 1,2,3 con palabras para bajarte la auto-estima “saltabas la banca”
- Por último está el desprecio mediante humillaciones, insultos, burlas en el que la otra persona se siente despreciada y anulada. Y nuestro peor enemigo, como en los puntos anteriores, podemos ser nosotros mismos. Nos llegamos a lanzar tanta carga negativa que más vale que hagamos una limpieza de nuestro «disco duro»
En múltiples ocasiones te he recordado que el lenguaje no es inocente y según los emplees tendrás un diferente impacto. Gottman dice que para que una relación sea estable debe haber cinco interacciones positivas por cada una negativa, así que te invito a reflexionar:
Y ahora motiv A R T E
¿Cuántas cosas negativas te dices a ti mismo al cabo del día?
¿Sigues la regla del 1 a 5?
¿Cuándo la vas a poner en marcha?
¿Te apetece ver un video sobre “píldoras de coaching”?
Foto: Concha Zancada
Coaching Ejecutivo, Sistémico y de Equipos
Coach Asociada Certificada (CAC 117) por AECOP
Coach Certificada en Metodología CORAOPS
Comentarios en: "Durmiendo con tu enemigo" (8)
[…] de trabajo o incluso con nosotros mismos –ya sabes que en ocasiones podemos ser nuestros mayores enemigos– estas circunstancias se puede llegar a […]
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[…] Extracto de su post: Durmiendo con tu enemigo […]
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Muy bueno concha y cierto. Me alegro que hayas escrito sobre ese tema pues es necesario conocerlo. Un abrazo
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Gracias José Carlos por tu recomendación y comentario ; )
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Reblogueó esto en Actitud, parte de ti!y comentado:
Hay cuatro conductas que pueden predecir separaciones: Ponerse a la defensiva, Indiferencia, Crítica destructiva y Desprecio. Pero en ocasiones parece que “dormimos con nuestro enemigo”. ¿Podríamos aplicar estos parámetros a nuestra propia vida?
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Gracias Antonio por tu acción con recomendación ; )
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Hola Concha
Sería bueno que las nuevas parejitas que se van formando leyeran estas cosas para que empiecen esa vida en común, casados o no, que tiende a desgastarse sabiendo que es un camino difícil en el que hay que hay ir con cuidado… una vez más muchas gracias por tus reflexiones .
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Hola Rarezas.
Para las nuevas parejas y las antiguas, pero sobre todo reflexionar sobre nuestra relación con nosotros mismos ; )
Gracias por tus comentarios quincenales
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